Celestea Centro Especializado en el Trastorno del Espectro Autista

¿CÓMO PIENSAN LAS PERSONAS CON TEA?

En los  anteriores posts hemos hecho referencia en varias ocasiones a lo importante que es saber ponerse en el lugar de una persona con autismo, a saber ver a través de sus ojos, para así poder entender cómo percibe el mundo, un mundo social que le es difícil descifrar. Aunque esto parece muy sencillo en realidad no lo es. Para ponerte en su lugar primero debes saber cómo percibe, siente o piensa. Pero, ¿cómo piensan las personas con TEA?. En este post pretendo acercarte un poquito más al autismo, a entenderlo desde dentro, y poder facilitarte así la comprensión sobre las dificultades y diferencias en la forma autista de procesar la información. 

Las personas con autismo tienen una manera particular de percibir el contexto y es que tienden a ver las cosas centrándose en los detalles, resultándoles complejo integrar toda la información en un conjunto y darle un significado global. Es lo que pasaría si cogiéramos un tubo de papel y viéramos a través de él como si fuera un prismático. Veríamos los detalles o partes, pero nunca llegaríamos a percibir el contexto.  Esto es lo que se conoce como estilo de  procesamiento fragmentario o también llamado déficit en la coherencia central, un estilo de procesamiento particular que nos ayuda a entender algunos de los comportamientos que presentan las personas con autismo y que suelen llamar nuestra atención. 

Es común encontrar a niños y niñas con dificultades para comprender textos y extraer la idea general, ya que con este tipo de procesamiento solo se quedan con partes de aquello que leen. En otras ocasiones nos sorprende ver como poseen una gran capacidad para los números o lo precoces que pueden llegar a ser para aprender a leer.  Estos islotes de capacidad se entienden mejor por esta forma particular de procesar la información, unido a su gran capacidad de memoria visual y marcados intereses. 

Debido a esto, también se explicarían las dificultades presentadas a nivel socioemocional, tanto para el reconocimiento y comprensión de las emociones como para la interpretación de contextos. En una ocasión, interviniendo con un niño, éste se enfadó porque no hacíamos lo que él tenía previsto por lo que me propinó un golpe en la cara. Al mostrar mi malestar e indicarle que estaba triste por lo que había hecho, él me dijo: tú no estás triste porque no estás llorando. Esto me resultó muy curioso y entendí que él no supo hacer un reconocimiento adecuado de la expresión emocional, teniendo que explicarle de manera visual de cuántas formas distintas se podía expresar la emoción de tristeza. Recuerdo también el caso de una niña de 4 años que en el colegio le costaba seguir las rutinas del aula, ya que solía permanecer centrada en la actividad que estaba realizando. Esto se podía interpretar como desobediencia, pero lo que realmente ocurría era que su atención estaba centrada en sus intereses, en esa parte del contexto, no siendo capaz de distribuir su atención en distintos focos a la vez. A esto se le llama atención túnel, una característica que define a los niños y niñas con autismo, y que también se explicaría por el déficit en la coherencia central. 

Esta es solo una de las cuatro explicaciones que se dan en la actualidad para explicar de forma global cómo piensan las personas con autismo. Todavía nos queda por descubrir el porqué de su pensamiento rígido e inflexible, la dificultad para comprender mentiras o engaños o cuales son las intenciones de los demás. Pero esto os las explicaremos en próximos posts. Poco a poco, juntos, iremos descubriendo más detalles del pensamiento TEA. 

Ángeles Aguilar 

Psicóloga especializada en Trastorno del Espectro Autista

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