Celestea Centro Especializado en el Trastorno del Espectro Autista

Las habilidades mentalistas y el autismo

Las dificultades que presentan las personas con autismo en el área social, los problemas para adaptarse a los diferentes contextos o para comprender el comportamiento de los otros, se explicarían por el déficit presentado en teoría de la mente. La teoría de la mente es la capacidad para atribuir e inferir estados mentales en uno mismo y en los demás, y ser capaces de emplearla para predecir situaciones o comportamientos de los otros. Cuando esto ocurre de manera deficitaria, la persona no es capaz de regular su conducta para adaptarse a la situación y actuar de manera esperada.

Por tanto, nuestra relación con las personas del entorno está condicionada por las habilidades mentalistas, necesarias para descifrar qué dicen los otros, cómo lo dicen, por qué lo dicen y anticipar sus intenciones, además de comprender sus reacciones ante nuestro comportamiento o su estado emocional. Es algo complejo, ¿verdad? El día a día está inmerso de situaciones en las que tenemos que emplear estas habilidades para adaptar nuestro comportamiento, y todo ello de manera rápida y casi automática. Las personas con autismo tienen problemas para descifrar todas estas claves, por lo que ahora podremos entender mejor los problemas para comprender y adaptarse al entorno social. 

Un déficit severo en habilidades mentalistas, provoca en la persona aislamiento o evitación social al no considerar al otro sujeto con estado mental propio. Este sería el caso de las personas del espectro de mayor grado de afectación. En el lado opuesto, nos encontraríamos a personas cuyas limitaciones mentalistas les llevarían a mantener relaciones inadecuadas y problemas de adaptación. Esto justificaría los problemas presentados para interpretar situaciones, interpretar comentarios ajenos, predecir las conductas de los otros, entender bromas, frases hechas o ironías, además de la escasa capacidad para empatizar con el otro y tener en cuenta las normas sociales, al solo considerar su punto de vista, sus ideas o deseos. 

Para que se de un desarrollo adecuado de teoría de la mente es necesario que previamente se desarrollen las habilidades preverbales de atención y acción conjunta, esto es, la capacidad para compartir el mismo foco de atención que el otro, así como acciones conjuntas, además de la imitación y la simbolización. Estas habilidades se desarrollan en edad temprana, en el periodo entre los 6 y los 18 meses, gracias a las cuales accedemos al mundo social, entendiendo que el otro existe como alguien con estado interno con el que poder compartir. A partir de este momento, la teoría de la mente se va desarrollando en el niño de manera secuenciada, adquiriendo habilidades cada vez más sofisticadas hasta entrada la adolescencia. 

Según el modelo evolutivo de teoría de la mente, los niños a los 2 años de edad son capaces de comprender que los otros tienen deseos que pueden ser distintos a los propios, entorno a los 3 años inician el uso de términos referidos a estados mentales, como “no lo sé o no me acuerdo”, a los 4 años y medio ya son capaces de entender los engaños y entre los 6 y 8 años, la comprensión de emociones complejas y las ironías. 

Dada la importancia del desarrollo de las habilidades mentalistas para el desempeño de la persona en su día a día, es muy importante realizar un abordaje directo sobre las mismas. Hemos de tener en cuenta que los niños y niñas con autismo van a necesitar aprender estas habilidades de manera explícita, puesto que no son capaces de adquirirlas de manera espontánea en el contexto de las interacciones sociales. Fomentando el desarrollo de la teoría de la mente facilitaremos que las personas con autismo puedan desarrollar habilidades sociales que les permitan interactuar de manera esperada, establecer relaciones sociales positivas y adaptar su comportamiento en los diferentes contextos. 

 

Ángeles Aguilar

Psicóloga especialista en el Trastorno del Espectro Autista

 

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