La regulación en el autismo

La regulación en el autismo

Seguro que has oído hablar de la necesidad que tienen las personas con autismo de controlar su entorno y la fijación en rutinas, y puede que hayas pensado que esto es un “síntoma” más del TEA. Hoy sabemos que esta necesidad de control es simplemente una ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO.

En 1943, Leo Kanner, psiquiatra americano que habló de autismo por primera vez, introdujo el término de insistencia a la invarianza, y, aunque ha pasado mucho tiempo y algunas de sus afirmaciones se han reinterpretado o renombrado, hoy en día esta insistencia todavía se considera definitiva en el autismo.

Definimos la insistencia en la invarianza como la necesidad de que nada cambie, es decir, la adherencia a rutinas e insistencia en la igualdad.

¿Y qué diferencia podemos encontrar entre esta necesidad de tenerlo todo controlado y los comportamientos propios de un Trastorno-Obsesivo-Compulsivo (TOC)?

El comportamiento del TOC es perturbador, y habitualmente no ayuda a la persona a sentirse mejor. Pero cuando una persona con autismo busca mantener un orden en sus juguetes o, por ejemplo, ponerse siempre manga larga, lo hace porque ha aprendido que estas conductas le ayudan a REGULARSE MEJOR emocionalmente.

Entonces ¿Qué estamos haciendo cuando no permitimos a la persona TEA alinear sus juguetes o agrupar por colores las pinturas?

Probablemente estamos interfiriendo en la manera que él o ella ha aprendido a MANTENERSE REGULADO.

En muchas ocasiones lo que ayuda a una persona a regularse es un objeto, un ritual o incluso la presencia de otra persona.

A veces buscan cosas para morder o chupar, a veces necesitan un objeto en la mano que puedan girar o a veces necesitan llevar en su bolsillo un objeto que les da seguridad para poder tocarlo a menudo. Estas conductas ayudan a la persona a regularse mejor y por supuesto debemos dejar que las realicen.

Es curioso como todavía hay gente que piensa que las personas autistas son personas solitarias o que no necesitan las relaciones con los otros. Esto no es más que otro de los mitos que continúan perjudicando en la comprensión del autismo, porque no solo no es así, sino que para muchas personas TEA, la presencia o cercanía a otros es la clave para la REGULACIÓN EMOCIONAL. Podemos observar como algunas personas con autismo se desregulan cuando una persona referente se marcha de su lado, y por eso debemos ayudarles a comprender esa ausencia y ofrecer estrategias que favorezcan su regulación.

Para nosotras el enfoque más adecuado ante estas situaciones es, analizar y comprender todos estos comportamientos, y cuando sea necesario (porque estos comportamientos interfieren negativamente en su vida), enseñarles otras estrategias que les permitan regularse mejor.

Y no olvidar que, en lugar de intentar cambiar el comportamiento de la persona con autismo, será mucho más importante prestar atención a la forma en la que nosotros reaccionamos con ellos.

Elena Carratalá Hurtado

Psicóloga especializada en autismo

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